jueves, 1 de septiembre de 2016

HANJIN EN BANCA ROTA

El primer armador surcoreano, Hanjin Shipping, se ha declarado en bancarrota después de que sus bancos acreedores hayan decidido dejarlo caer en un momento en el que puertos desde China a España han dejado de aceptar sus embarcaciones. Uno de los motores surcoreanos cae en lo que será la mayor quiebra de una industria que lucha por seguir a flote tras la crisis financiera.
Korea Development Bank (KDB), el banco público que lideraba las negociaciones, anunció en nombre del resto que pdrán fin a su apoyo a Hanjin Shipping a partir del 4 de septiembre, rechazando los planes de la matriz para intentar reducir la deuda de la compañía, que ascendía a 5.000 millones de dólares al cierre de 2005.
Además, el director de KDB declaró que no preveía fusionar la compañía con su rival Hyundai Merchant Marine, segunda empresa del país de transporte de contenedores y que actualmente también está en pleno proceso de reestructuración de deuda.
Desde Hyundai se asegura que podría pujar por algunos de los activos rentables de Hanjin Shipping y no descartaban completamente una operación corporativa. Hyundai tiene una mejor situación financiera, con sus planes aprobados por la banca, pero el propio KBD es su mayor accionista con un 14% del capital tras un canje de deuda por acciones.

La matriz abandona

Hanjin Group, casa madre de Hanjin Shipping, dijo que haría todo lo posible para ayudar al sector si su filial era puesta bajo administrción judicial, aunque los expertos creen que no quiere seguir metiendo dinero en una división con perspectivas poco halagüeñas.
De hecho, Hanjin Group también es dueño de Korean Air Lines, quien a su vez prestó dinero a Hanjin Shipping y compró acciones en 2014, convirtiéndose en el primer accionista con un 33%. "No tenemos nada más que ofrecer para ayudar a Hanjin Shipping. No tenemos planeado emitir un nuevo plan de rescate", aseguró un portavoz a la prensa coreana tras conocerse el rechazo de la banca.
En junio, el gobierno surcoreano hizo público un fondo de apoyo a los bancos expuestos, pero estos no quieren comprometerse más en un momento de caída del tráfico marítimo.
Ahora serán los juzgados los que decidan sobre el futuro de la compañía y sobre si deberá ser liquidada, según han declarado fuentes de la judicatura a la agencia Reuters. El proceso debería durar entre 1 y 2 meses, pero en el caso de Hanjin podría acelerarse.

Crisis en la industria naviera

La bancarrota de Hanjin, que cuenta con 1.500 empleados, sería la mayor de la historia de la industria del transporte marítimo, superando el colapso de United States Lines en 1986, según los datos de la consultora Alphaline recogidos por la agencia Bloomberg.
La empresas navales y armadores han sido durante décadas los motores de la floreciente economía exportadora de Corea del Sur, pero tras la crisis financiera y el impacto en el comercio global ahora se encuentran en pleno proceso de reestructuración. La sobrecapacidad y la debilidad de la demanda han afectado a la industria, y Hanjin tuvo unas pérdidas de 473.000 millones de wones (381 millones de euros) en el primer semestre.
La industria de transporte marítimo lleva operando con pérdidas desde finales del año pasado, y según las cuentas de Drewry Maritime Research podría acumular unos 5.000 millones de dólares de pérdidas en el conjunto de este año. Ni las fusiones, los recortes de plantilla o la suspensión de rutas han sido suficientes para capear un exceso de capacidad que ha tirado los precios.
El gobierno surcoreano estima que podría haber retrasos en las entregas de algunos bienes coreanos de entre dos y tres meses, y ha anunciado un plan de medidas extraordinarias que incluiría que Hyundai ocupe el lugar de Hanjin en algunas rutas.
De momento, Hanjin ha reconocido que puertos como los de Shanghai y Xianmen en China, Valencia en España y Savannah en EEUU no han dejado atracar a sus barcos ante el miedo a que no pudieran pagar las tasas. En Singapur, un barco fue confiscado por los acreedores de la empresa surcoreana.

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