Cuando una empresa decide iniciar en la exportación, desarrolla una seria de actividades, entre ellas una donde más esfuerzo y tiempo pone la empresa es la estrategia de comercialización. La estrategia de comercialización define las formas de entrada, la política de productos, la fijación de precios, la selección de los canales de distribución y la promoción más adecuada para conseguir los objetivos propuestos en cada uno de los mercados exteriores.
Sin embargo, esta estrategia sería un fracaso si los productos no llegaran a su destino final en el tiempo, la forma y las condiciones adecuadas. En este caso, el transporte y la logística cumplen un rol fundamental.
El transporte y la logística internacional es un proceso complejo, que se inicia con la llegada del pedido procedente de los mercados exteriores y sólo finaliza con la entrega del producto al cliente. Por tanto, un plan de marketing internacional quedaría incompleto si no incluyera la gestión del transporte y la logística.
La forma de entrada en los mercados condicionará el papel que el transporte y la logística van a jugar en el planteamiento de la estrategia de marketing internacional. Este papel es muy limitado cuando la empresa accede a los mercados a través de la exportación indirecta, ya que serán los intermediarios en la comercialización los encargados de la distribución física del producto. En los demás casos, en unos en mayor medida que en otros, la gestión del transporte y la logística es controlada por la empresa.
Las alternativas que se ofrecen en la logística internacional son mayores que en la nacional. Los medios de transporte, la documentación, los seguros, el embalaje, etc., exigen una mayor profesionalidad por parte de los responsables de la gestión logística. Además, esta complejidad se ve acentuada por las barreras a la importación que imponen las legislaciones de algunos países.
A modo de ejemplo, en el siguiente ilustración se detalla la secuencia de actividades en el transporte internacional de mercancías: carga y transporte interior en origen, despacho aduanero de exportación, carga/estiba en vehículo internacional, transporte internacional, desestiba/descarga en destino, despacho aduanero de importación e impuestos interiores (aranceles, etc.), transporte interior y descarga en destino.
La importancia de llevar a cabo una buena gestión logística reside principalmente en los costos y el servicio al cliente. Los costos logísticos incluyen la gestión de inventarios, el procesamiento de pedidos, los fletes de transporte, los seguros, el almacenamiento, el manejo, la carga y descarga, el embalaje y la documentación. Estos costos tienen un peso muy importante en el precio final del producto.
Una adecuada gestión logística no sólo economiza los costos señalados, sino que también reduce o elimina los denominados costos ocultos, más difíciles de valorar pero no por ello menos importantes. Estos costos, que se pueden evitar, incluyen los asociados a la pérdida de ventas por falta de satisfacción de clientes y distribuidores, el coste por demora, los intereses del capital invertido en la mercancía, directamente relacionados con la duración del envío, y las pérdidas por falta de un seguro que cubra los riesgos.
Un buen transporte y gestión logística da como resultado el cumplimiento con los plazos de entrega convenidos y entrega de la mercancía en buenas condiciones. Este buen servicio incrementará las ventas y los beneficios.
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